Malos momentos, muy malos para el equipo anglo-alemán. Está acorralado y con muchos frentes abiertos.
1. Sus pilotos, enfrentados, mantienen una contienda marcada por la rivalidad y la hostilidad.
2. La FIA los llama a declarar por el escándalo del espionaje a Ferrari.
3. Los Ferrari en pista están siendo netamente superiores.
4. Los jefes Ron Dennis, Norbert Haug y Martin Whitmarsh se equivocan, no lo reconocen y están haciendo declaraciones contradictorias entre ellos.
El cómo ha llegado este súper equipo a esta situación probablemente sea ya, a estas alturas, conocido por todos ustedes. Lo importante será ver si es capaz de salir del atolladero en el que se encuentra.
En las primeras carreras Hamilton ha puesto de manifiesto sus virtudes como piloto, pero en Inglaterra ha pagado su soberbia mostrando su inexperiencia como preparador: él mismo ha reconocido que se equivocó al no copiar la configuración del coche de Alonso como en las ocho carreras anteriores. Para ajustar el coche necesita a Fernando, que viene siendo más rápido que el novato en Canadá, Indianápolis, Francia e Inglaterra. Sin embargo el equipo se ha equivocado y mucho en estas cuatro carreras y lo peor es que no reconocen sus errores, al menos de cara a la galería, pero seguro que la procesión va por dentro.
En Canadá Alonso tenía que haber dado un golpe de autoridad (al estilo Senna-Prost) enganchándose con Hamilton en la primera curva en lugar de “irse deportivamente” por la hierba, perdiendo así las opciones de ganar la carrera que se complicó aún más con el Safety Car y la estrategia de las paradas.
En Indianápolis Dennis incumplió el acuerdo alcanzado en Mónaco con sus pilotos, tras las desafortunadas declaraciones de Hamilton que fueron las causantes de una investigación de la FIA por supuestas órdenes de equipo y a la postre las que han desencadenado tanta hostilidad entre los compañeros de equipo. El pacto consistía en que el piloto que lograra el mejor tiempo en la Q-2 podía escoger la estrategia, la carga de gasolina, la vuelta en la que haría su primera parada, etc. Pero Dennis se echó atrás después de que Alonso, por tercera vez el fin de semana, superase a Hamilton y él decidió quien hacía la crono para la pole, con menos gasolina. Y eligió, como no podía ser de otra forma, a su protegido Hamilton. "Pregúntale a Ron. El decide", dijo Alonso el domingo.
En Francia la avería en el cambio del coche de Alonso justo en la Q-3 lo relegó a la décima posición de la parrilla y luego una estrategia pésima del equipo hizo que Alonso perdiera las posiciones que había ganado en la pista adelantando a Trulli, Rosberg, Heifeld y Fisichella. Así lo vio estupefacto Mario Theissen, director deportivo de BMW. "Nosotros acabamos por delante de Alonso sólo porque McLaren escogió esa estrategia. El campeón tuvo que pilotar media carrera con el tanque de combustible casi lleno y perdió un tiempo crucial. Nos sorprendió mucho ese comportamiento de McLaren, pero nos ayudó bastante". Además Hamilton que salió segundo cedió amablemente su puesto a Kimi y se mostró incapaz de inquietar a los Ferrari.
En Inglaterra, una moneda decidió la pole pero Alonso esta vez sí le ganó la partida a su compañero de equipo y estuvo luchando con Kimi en un mano a mano precioso por la victoria final. Pero los Ferrari están un par de escalones por encima de los McLaren. La inteligencia, la experiencia, la lógica y la velocidad tarde o temprano se terminan imponiendo, a pesar de Ron Dennis y sus secuaces de McLaren.
Mientras que Ferrari esté por delante de McLaren está claro que el único piloto capaz de enfrentarse a ellos en pista, que es donde se ganan los puntos y por tanto los mundiales, es Fernando Alonso aunque su coche sea inferior.
Los jefes dicen que el objetivo es ganar el campeonato mundial de constructores, pero la amenaza de Ferrari ha hecho saltar todas las alarmas y está provocando cambios e incongruencias en las declaraciones de los dirigentes de McLaren.
Por tanto si el equipo Vodafone McLaren Mercedes quiere ganar el campeonato mundial de constructores tendrá que decidirse a favor de Fernando Alonso. Esto supondría, amén de otras cosas, el permitir que Alonso opte por la pole en las mejores condiciones posibles porque estamos viendo que el que sale primero… da dos veces. Desde esa posición Alonso puede controlar a los bólidos rojos y calcando sus estrategias, McLaren puede tener alguna opción. Sin embargo, si se empeñan en seguir favoreciendo al inexperto piloto inglés y aplicando sus torpes y rígidas estrategias de carrera los Ferrari le seguirán mojando la oreja a las flechas de plata, como se ha visto en Francia e Inglaterra, con lo que pondrán en peligro tanto en mundial de pilotos como el de constructores.
El tema de las declaraciones contradictorias de los jefes de McLaren lo dejamos para otro artículo.
