lunes, 18 de junio de 2007

Cría cuervos y te sacarán los ojos (II)

Fernando Alonso llegó a McLaren cuando la escudería estaba atravesando una sequía de títulos ciertamente preocupante, cero patatero desde octubre de 2005. Nuestro piloto se puso el mono de faena y empezó a construir junto con sus ingenieros del McLaren Technology Centre de Woking en Inglaterra un coche competitivo. El resultado es evidente: el mejor coche de 2007. En palabras de Ron Dennis "Alonso es un piloto que sabe cómo hacer rápido a un Fórmula 1, y cómo hacerlo ir más rápido, lo que no es necesariamente lo mismo. Puede describir a los ingenieros y al resto, de un modo técnico, el feedback que recibe de su coche. Esa habilidad viene de la experiencia, sí, y de la pericia, por supesto, y de la inteligencia, naturalmente, pero también de un gran nivel de sensibilidad natural".
Además Fernando Alonso venía de ganar dos mundiales consecutivos de F1 con un coche mediocre, el Renault, que Alonso hizo que fuera un coche ganador. Pero más importante aún, los rivales: Alonso ganó en 2005 a Kimi Räikkönen (McLaren Mercedes) y en 2006 al mismísimo "Kaiser" Michael Schumacher (Ferrari) y a la FIA, porque Bernie Ecclestone no podía consentir las pérdidas económicas que tendría el negocio de la F1 si a mitad de temporada ya se sabía que Alonso iba a ganar el mundial.
Hamilton, que es inglés está en la nómina de McLaren desde los 12 años, se está aprovechando de la sabiduría de Alonso, de su conocimiento, de su pilotaje, de su telemetría. Es un copión y un parásito que todavía no ha demostrado nada. Sólo ha ganado dos carreras guiado por el Maestro Alonso, con mucha suerte, con el mejor coche y con todos los apoyos y favoritismos del equipo inglés. Me gustaría verlo correr en un Minardi o similar.
Ahora Ron Dennis y su poderoso equipo henchidos de orgullo inglés están favoreciendo descaradamente a su hijo predilecto, el inglés Hamilton, apoyado éste y presionado áquel por el fanatismo de la incondicional prensa inglesa, que aprovecharon el relax de Alonso para conservar la mecánica cuando tenía el Gran Premio de Mónaco totalmente controlado para publicar que Hamilton no ganó por las órdenes del equipo. Esperemos que hagan gala de honestidad y ética profesional para escribir hoy que las órdenes del equipo inglés y una maniobra ilegal de su protegido inglés han privado a Fernando Alonso de una victoria que se ha merecido sencillamente porque se la ha ido labrando vuelta a vuelta y porque es, a día de hoy, mejor piloto que Lewis que ya apunta maneras pero sacando los ojos a quién lo está criando.

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