A tenor de lo visto hoy en Melbourne, esa es la descripción que, en mi opinión, mejor define al R-28, el nuevo fórmula 1 de Renault: una tortuga nerviosa con ruedas. Con semejante artilugio es con lo que Fernando Alonso tendrá que competir esta temporada. No tiene velocidad punta en las rectas y además es nervioso y difícil de controlar en las curvas. Seamos realistas, en estas condiciones será muy difícil que Alonso consiga entrar en los puntos. Dicho de otra forma, cada vez que Fernando consiga puntuar habrá que considerarlo un éxito.
Esta realidad de la falta de competitividad del R-28 no debe empañar la extraordinaria carrera que ha hecho hoy Fernando Alonso. Salió en la 11ª posición y entró 4º, de los siete que acabaron la carrera. Creo que su concentración y su experiencia han sido las claves para conseguir los cinco puntos.
Pero mucho me temo, que en las próximas carreras tendremos que conformarnos con ver a Fernando Alonso pelear con los últimos de la tabla. Si volvemos a los tiempos de Minardi, al menos, veremos a un bi-campeón del mundo competir sin presión y eso puede ser positivo para el espectáculo. Y, por otra parte, puede que esta sea una temporada parecida a las de 2003 y 2004 en las que se estuvo fraguando el coche campeón de los dos años siguientes.
